Cada día vemos en consulta más casos de tumores en nuestras mascotas. Algunos son benignos y otros no lo son, pero en todos los casos lo más importante es que sean diagnosticados y tratados correctamente por un especialista desde el primer momento que se detecta un «bulto».
Los tumores de mama son los tumores más frecuentes en perras no esterilizadas, y el tercer tumor mas frecuente en gatas.
Los tumores de mama suelen detectarse por el propietario cuando tienen un tamaño superior a 5 milímetros. Por eso es muy importante las revisiones periódicas con nuestros veterinarios, porque podemos detectarlos en tamaños iniciales.
Una detección precoz supone una rápida evaluación y protocolizar cada caso. Cuanto estamos ante un tumor mamario, la evaluación por un especialista supone elegir el mejor tratamiento para cada paciente, y no por una rápida cirugía o una extirpación masiva de las mamas, sin evaluar bien antes al paciente conseguiremos mejor resultado. Como en las personas cuando nos detectan una masa en las mamas debemos dejarnos guiar por el especialista y realizar todos estos pasos:
– Primero hay que evaluar con pruebas previas, si podemos saber ante que tipo de tumor nos encontramos. No todos los «bultos» en las mamas son «tumores mamarios», pueden ser ganglios afectados por otros tumores e inflamados, tumores subcutáneos en la zona de las mamas, o metástasis mamarias de otros tumores, por eso cuando detectéis un «bulto» a vuestra mascota debe ser visitada por un especialista.
A veces podemos saber si nos enfrentamos a un tumor muy maligno o bastante beningo. Los tumores mamarios se clasifican en varios grados según su malignidad, es decir, según la malignidad de las células que lo integran.
– Hay que evaluar si el tumor es tratable quirúrgicamente, ya que la cirugía suele ser la opción mejor para tratarlos. Hay que evaluar las posibles afecciones de otras mamas, y planear la cirugía menos agresiva para el paciente, y más efectiva para controlar el tumor.
– Hay que evaluar en todos los casos, la metástasis a los ganglios linfáticos de drenaje de las mamas tumorales, que cambian al aparecer el tumor. Pudiendo aparecer metástasis en ganglios intraadominales. Un paciente con métastasis debe ser tratado diferente a un paciente sin ellas.
– Hay que evaluar las metástasis a órganos internos: pulmones, y órganos abdominales. Por eso es imprescindible:
Radiografías torácicas con reveladora digital (como la que nosotros disponemos en nuestra clínica), para poder ver metástasis pulmonares desde los 5 mm de tamaño.
Ecografía abdominal de alta definción (como nosotros disponemos en nuestra clínica) para poder detectar metástasis en órganos abdominales.
– Hay que hacer un análisis de sangre, así como un electrocardiograma para poder evaluar la salud del paciente correctamente antes de someterle a una cirugía.
Con todos estos datos, hay que establecer el estadio del paciente, es decir, en que fase de avanzado tenemos al tumor mamario. Con todo ello estaremos en situación de poder aconsejar al propietario cual es la mejor cirugía para su mascota.
Tras la cirugía, es muy importante la biopsia del tumor. Enviar el tumor a que lo analice un veterinario patólogo especializado, que nos dirá que tipo de tumor es, el grado de malignidad el mismo, la invasión que ha hecho de tejidos adyacentes, si es mixto o complejo (según el tipo de tejido maligno que lo compone), si es carcinomatoso, o si es un carcinoma inflamatorio (el tumor mamario más agresivo).
Todos estos datos hay que valorarlos en conjunto para saber qué gravedad nos reflejan, y por eso deben ser interpretados por un especialista en oncología (como nosotros disponemos) para ofrecer al propietario los datos más aproximados de posibilidad de recidiva (de que salga otra vez en el mismo sitio), posibilidades de metástasis (de que salga en otras mamas, o en otros tejidos cercanos o lejanos al tumor primario), saber si necesita tratamiento quimioterápico adyuvante (para aumentar el tiempo libre del tumor).
Y tras la cirugía, análisis de tumor, tratamiento posterior en su caso, se necesita un especialista para programar revisiones periódicas, ya que hemos de saber que un tumor benigno de grado I, con un buen tratamiento quirúrgico suele ser curativo, y bastarán con revisiones anuales.
Pero un tumor con ciertas características malignas, aunque fuera operado y extirpado totalmente, aunque fuera pequeño, aunque el estadio del paciente sea poco avanzado, necesitará revisiones cada 3- 6 meses, ya que podría realizar metástasis internas aún sin tumores externos.
Por todo lo que hemos explicado, deberá será un especialista en oncología el que debe establecer el protocolo de tratamiento ante un tumor mamario, el que debe dar información al propietario sobre la gravedad del tumor que tiene su perra o gata, y la frecuencia de las revisiones y que pruebas deben incluirse (exploración, radiografías de pulmón, o ecografías de órganos internos).
Dra. Isabel Mayoral Lorente
LICENCIADA VETERINARIA.
Master Oncología. Especialista GPCert-Oncology.
CLÍNICA VETERINARIA VORAMAR GOLF.