Casos clínicos de Oncología Veterinaria: Fibrosarcoma

Blanki, es un gato persa blanco, de 5 años, que  acudió a consulta por un tumor en la zona de las escapulas, de consistencia dura , adherido a planos profundos, y con afectación de la piel.

 

 

Banki acudió a consulta para valorar un tumor cutáneo.
Banki acudió a consulta para valorar un tumor cutáneo.



 

Realizamos una biopsia incisional para saber que tipo de tumor era, y optar por el mejor tratamiento en su caso.

 

El resultado fue un Fibrosarcoma Felino.  Este tumor  es  un tumor maligno de estirpe mesenquimal colágeno-productivo. Este tipo de tumor en los gatos presenta esencialmente una malignidad local de forma que, de manera genérica, la posibilidad de recidiva es alta debido al crecimiento normalmente infiltrativo en tejidos adyacentes.  La probabilidad de metástasis a distancia es baja, aunque conforme transcurre el tiempo dicha probabilidad de diseminación a distancia aumenta.

 

Optamos por la cirugía como mejor opción para este paciente.  La cirugía de este tipo de tumor pasa por operar dejando amplios márgenes limpios de tumor, tanto como la zona nos lo permita. Con lo que la apariencia postquirurgica puede ser impactante, pero totalmente necesaria.

 

 

Banki tras la exéresis del tumor.
Banki tras la exéresis del tumor.

 

Además en un paciente oncológico que va a ser sometido a una cirugía, es obligatorio realizar previamente:

 

– un análisis de sangre completo, para detectar posibles anemias o linfopenias, y valorar el estado de coagulación del paciente.

 

– un electrocardiograma, para monitorear la función cardíaca en vistas de la anestesia a la que va a ser sometido.

 

– radiografías torácicas, para valorar la función cardiorespiratoria, así como poder detectar metástasis pulmonares si las hubiese.

 

ecografia abodminal,  para controlar o descartar posibles metástasis abdominales si existieran.

 

En muchos casos, incluso hemos de realizar un TAC ( Tomografia Axial Computerizada) o RM (Resonancia Magnética) para poder valorar correctamente los margenes del tumor, es decir, «hasta donde invade el tumor», si llega a afectar musculatura o incluso el hueso.

 

El seguimiento postquirúrgico consiste en revisiones programadas primero cada mes, y después cada 3 ó 6 meses según la evolución del paciente.

 

 

Dra. Isabel Mayoral Lorente

VETERINARIO.

CLÍNICA VETERINARIA VORAMAR GOLF.